Está científicamente demostrado que las pantallas de los ordenadores, de los móviles y de las tablets pueden provocar determinadas alteraciones oftalmológicas como sequedad ocular y problemas para enfocar correctamente. Esto se puede traducir en molestias oculares, irritación ocular, enrojecimiento ocular, sensación de “arenilla” en los ojos, visión borrosa, dolor de cabeza, …. Estas alteraciones oculares pueden ocurrir tanto en niños como en adultos.

Diversos factores influyen en la sequedad ocular. Cuando estamos mucho tiempo fijándonos en una pantalla se produce una disminución en la frecuencia de parpadeo, es decir parpadeamos menos veces, y muchos de los parpadeos son incompletos. Este parpadeo ineficaz hace que una mayor superficie ocular quede expuesta con riesgo de resecarse y dañarse. Otra causa de sequedad ocular asociada a las pantallas es la posible alteración de la cantidad y calidad de la lágrima que lubrica y protege el ojo.

La dificultad para enfocar correctamente se relaciona con el esfuerzo que tiene que hacer el sistema visual para poder ver nítida la pantalla de manera mantenida y a una misma distancia.

Cuanto más tiempo se pasa delante de una pantalla, más posibilidades hay de padecer problemas oculares. Diversos estudios muestran que con una hora delante de un ordenador, una tablet o un móvil ya aumenta el riesgo de fatiga y disfunción visual. ¿Qué podemos hacer para prevenir las alteraciones oculares que pueden surgir con las pantallas de los ordenadores, móviles o tablets? En primer lugar, no abusar de estos dispositivos, sin embargo, muchas veces esto resulta imposible porque tenemos que utilizarlos durante muchas horas por motivos laborales o escolares. Cuando pasamos muchas horas delante de una pantalla, es importante utilizar, de manera regular, lágrimas artificiales de ácido hialurónico sin conservantes 3-4 veces al día y seguir la regla del “20-20-20”. Esta regla consiste en mirar a 20 pies de distancia (unos 6 metros aproximadamente), durante 20 segundos, cada 20 minutos, para que los ojos descansen y no estén todo el rato enfocando en la misma distancia. Con estos sencillos consejos podemos prevenir y tratar las alteraciones visuales relacionadas con el uso de pantallas. Si los problemas oculares persisten, es recomendable acudir a una revisión oftalmológica.

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